El prosecco es una bebida deliciosa que se disfruta muy bien tanto sola como en cócteles. Te decimos qué es y sus variedades.

Esta bebida es un vino efervescente italiano que proviene de las cercanías de Venecia, en el norte de Italia. Sorprende por su versatilidad y variedades. Existen diversas categorías, como la spumante y frizzante, pero también el prosecco «tranquilo».

Algunos se elaboran, y muchos de ellos, siguen el método de elaboración del champán, cuya segunda fermentación se hace en la botella. Estos son más refinados, sus burbujas son discretas, como en los frizzante.

 

Para escoger un buen prosecco debemos prestar atención a ciertos factores

*Apelación: la apelación o proveniencia debe indicar DOCG (denominazione d’origine controllata e garantita) en la etiqueta de la botella, la cual garantiza su origen en las regiones avaladas para producirlo. Estas son: Conegliano, Vadobbiadene y Asolo, las más reconocidas.

*El precio: como en muchos alcoholes, el precio suele ser un buen indicador. Por ejemplo una botella de alta gama nos costará alrededor de 25 euros. Aquellos producidos en masa con costos menos elevados pueden iniciar a un precio de 3,50 euros.

*El sabor: encontramos diversos sabores de prosecco de acuerdo con la dosis de azúcar. Conocemos el prosecco brut, es decir más seco, como el más común.

Por su parte, el extra dry tiene una tasa de azúcar residual entre 12 g y 15 g y se degusta muy bien con pescados fritos, merluza, pizza o frutos del mar.

En fin, el prosecco Dry es más dulce y es perfecto para cerrar una comida o con platos exóticos un poco especiados y picantes.

 

¿Y en cócteles?

Un ingrediente indispensable para cócteles como el Spritz o el Bellini, descúbrelo aquí.

 

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No conduzca bajo los efectos del alcohol. Consuma con moderación.

 

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