En Francia, se anunció que a partir del 2 de junio podrán reabrir los bares, ahora deberán cerrar aquellos situados en zona de alerta máxima.

Actualmente algunos solo preparan para llevar. ¿Qué efecto resiente los bares?

*Nota Bene: artículo publicado el 25 de mayo 2020. Actualizado el 5 de octubre 2020.

El fin de semana del 13 de marzo bares de Francia tuvieron que tomar la decisión drástica de cerrar sus puertas. La pandemia del coronavirus covid-19 sacudió la escena de la coctelería. Durante este proceso de adaptación y esperando el gran anuncio de la reapertura definitiva, los bares de Francia, como en muchos países, se reinventaron. Para sobrevivir este período surgieron diferentes modalidades de trabajo: cócteles para llevar, cócteles a domicilio. Sin embargo, algunos, ni siquiera tuvieron la oportunidad.

Hoy en día, los bares se enfrentan a problemáticas muy particulares. «En nuestro sector, está claro que los bares de cóctel son los más afectados y quiénes sentirán las consecuencias por más tiempo.» Afirmó Olivier Bon, el cofundador del Experimental Cocktail Group, el primer bar nouvelle vague de París conocido como L’Experimental.

Y no fue solo a partir de la pandemia de coronavirus que los bares comenzaron a afectarse. Entre diciembre y enero, protestas sacudieron a todo el país dificultando parte de la temporada invernal. Ahora, el verano, una temporada sustancial para los bares se ve incierta por el nuevo modo de vida que impone el covid-19. Y más para los bares que no poseen una terraza. «Normalmente podemos contar con los turistas internacionales para contrarrestar, pero obviamente no será el caso

Por su lado, Margot Lecarpentier la propietaria del bar Combat en París, hace la comparación entre los bares y restaurantes. «Para los restaurantes la comida es dos veces al día. Para nosotros, será complicado proponer un aperitivo a mediodía y en la noche.» Declara Lecarpentier a Le Figaro.

 

Los cóctel para llevar

Como muchos más, Lecarpentier es un ejemplo de asalariado que no ha podido beneficiar del paro parcial. Ni tampoco de los fondos solidarios. Dos medidas que el gobierno francés ofreció para mantener el ingreso de los asalariados. «Las costumbres en Francia no son las mismas que en los EE.UU. o en Londres. La venta de alcohol para llevar no es algo que se haya impuesto

En fin, muchas otras prácticas tendrán que asimilarse para restablecer una rentabilidad. Entre ellas, amortizar los costos tanto logísticos como de operación, tan sólo para reducir precios de un cóctel, por ejemplo. Y por más fácil que parezca la preparación de cócteles para llevar, implican otras cosas. Bien que sea una práctica que por un lado termina por beneficiar el medioambiente, otros costos surgen por el uso de bolsas plásticas al vacío, una práctica que bares respetusoso del corto circuito y del consumo responsable se niegan en aplicar.

Ciertos bares como Mabel, lograron aplicar los cócteles para llevar. No sin antes reducir el precio de sus cóctel, de 14-15€ a 10€. Además, se aliaron a la tienda de galletas caseras Jean Hwang Carrant ofreciendo un combo de galletas y cóctel. Luego, el bar propuso botellas de un sólo cóctel para seis personas a 45€. Los resultados han sido positivos y constatan un ritmo de semana / fin de semana con pedidos en alza los viernes y sábados. Entre 30 y 40 pedidos de diversos productos. El único empleado de este bar beneficia del paro parcial y la idea permanece mantener vivo el nombre del bar ante sus clientes.

 

Otras medidas

Desde hace un momento otras medidas para recibir los clientes en tiempos de covid-19, en bares y restaurantes, son las paredes de plástico, tanto al interior como al exterior. Esta modalidad implica una aglomeración de personas al frente del establecimiento con una ventanilla de despacho. «No hay ninguna noción de rentabilidad en ello, pero nos parece que es casi un servicio que debemos asegurar si queremos que la vida vuelva en un mínimo.» Dice Nicolas Munoz de los bares Divine Bisou. De esta manera los clientes pueden degustar -o pedir para llevar- frente al bar entre las 17h00 y las 20h00. Una forma de operar que pudiera funcionar si se impide el paso de automóviles en ciertas calles. Pero para Nicolas Munoz, y muchos propietarios de bar, no existe un futuro con «plexiglas por todos lados, máscaras, desinfectar entre clientes, limitar los puestos a una persona por metro cuadrado».

 

Leer el artículo original. Le Figaro.

 

No conduzca bajo los efectos del alcohol. Consuma con moderación.

 

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