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¿Te preguntarás por qué asociamos un estado anímico específico con un alcohol en particular? Bueno, la respuesta no ha sido encontrada con exactitud, pero patrones de conducta y respuestas del cuerpo afirman ciertas actitudes.
Sentirse más sexy: espirituosos
Las bebidas espirituosas nos brindan un lado más seguro de nosotros mismos(as). ¿Por qué será que un vaso de whisky nos hace sentir más «elegante»? Porque lo asociamos así. Un ron, o el vodka, bebidas asociadas con la fiesta, también nos harán deshinibir y afirmar nuestra confianza.
Sentirnos relajados: vino rojo y cerveza
Puede que el vino rojo nos ayude a sentir más relajados y nos produzca sueño más rápido, ya que científicos italianos descubrieron melatonina (hormona del sueño) en variedades tintas. No se ha confirmado sin embargo si la hormona se encuentra en el vino tras fermentar.
Sentirnos agresivos: espirituosos
Nuevamente, los espirituosos, los alcoholes duros, revelan más aspectos de nuestra personalidad y propician ciertas actitudes, aunque claramente no es igual para todo el mundo. El vodka por ejemplo, disminuye la actividad neuronal en el córtex prefrontal, que se encarga de regular el nivel de agresividad.
No conduzca bajo los efectos del alcohol. Consuma con moderación.