La bebida se ha mantenido fuera de impuestos durante 8 años consecutivos en su servicio de combustible, algo que pronto podría llegar a su fin después de una declaración reciente. El Brexit podría ser el culpable.
El Ministro de Hacienda, Philip Hammond, ha anunciado que el congelamiento de ocho años del servicio podría llegar a su fin. Con un comentario relativamente obvio, este insinúa que el coste de la exclusión de impuestos debe « volverse a mirar », mientras busca formas de respaldar la promesa de £20bn de Theresa May de pagar una inversión excedente en los Servicios Nacionales de Salud (NHS) y señala que mantener el congelamiento podría costarle a la tesorería £ 38 billones en los próximos tres años, «dos veces» más de lo que se gasta en todas las enfermeras y doctores cada año.
A pesar de que la venta de whisky genera miles de millones de dólares en ingresos para la economía y respalda más de 40,000 empleos (incluidos los de Leven en la planta embotelladora de Diageo), la bebida sigue siendo uno de los productos comestibles con impuestos más altos de Europa, y la Scotch Whiskey Association está muy consciente de esto.
El miembro del Parlamento del Partido Nacional Escocés, Brendan O’Hara, preside un grupo de los Comunes sobre el whisky escocés, y cree que lo dicho por el Canciller es «decidir sobre subidas impositivas e innecesarias», declarando que debería ser más consciente de la realidad económica actual mediante la ampliación de la congelación para un crecimiento continuo de la industria escocesa.
El presupuesto real para este otoño aún se desconoce, pero la incertidumbre está presente a medida que continúan las actuales negociaciones sobre el Brexit.
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