La cerveza tiene, en Mesopotamia, una larga historia. Pudiera tratarse de uno de los primeros alimentos transformados por el humano.

 

Los primeros trazos de su existencia

dos personajes bebiendo cerveza a la pajita, grabados en un sello datado de aproximadamente 3800 años antes de J.-C. y encontrados a Tepe Gawra, en Irak. Indicios de su fabricación también fueron revelados en unas cerámicas que remontan al II milenario antes de Cristo descubiertas en el sitio de Tell Bazi, en Siria.

Unos archivos administrativos y privados permiten reconstituir el proceso de fabricación de la bebida. Una especie de diccionario, una lista lexical compuesta al segundo milenario dice la riqueza de sus variedades : «cerveza clara», «cerveza negra», «cerveza roja de escanda» existían cervezas para todos los gustos. Los proverbios que le gustaban a la gente de Mesopotamia son testigos del lugar central de la bebida en la vida de todos los días. Cécile Michel tiene su preferido : «Lo que está bueno, es la cerveza, lo que está malo, es la ruta». Mejor dicho : «Quien viaja siempre encontrará una albergue para hospedarlo» . Porque aquí esta seguramente la mejor calidad de la bebida : barata y resultando de una producción local : es accessible para todos.

 

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No conduzca bajo los efectos del alcohol. Consuma con moderación.

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