Esto puede parecer extraño, ya que los clichés son un tanto tenaz: la gastronomía liquida, en cualquier caso, le debe mucho a Alemania. Los amantes del lúpulo pensarán en la pureza que consta en el famoso decreto sobre la cerveza, del cual nos preparamos a festejar sus 600 años. En nuestro caso recordemos que gran cantidad de los primeros bartender estadounidenses eran inmigrantes alemanes (o hijos de alemanes): Harry Johnson; Henry Ramos y William Schmidt son apenas los tres más conocidos. Curiosamente, estos utilizaban pocos productos de su tierra de origen, cuando sabemos que Alemania ofrece desde hace muchos siglos agua de vida excepcional.

 

Kirsch, Brandy & Vermut

Aunque Johnson, en la lista de su libro de productos indispensables menciona el schnapps, el kirsch, el goldwasser y algunos destilados menores, sólo utiliza estas bebidas espirituosas ancestrales en tres recetas. El kirsch, de lejos, el hijo más famoso de los alambiques alemanes. No se impone sino cuando el cóctel se expandió en Europa a principios del siglo XX. De hecho, y esto es muy revelador, el aperitivo a base de kirsch más conocido fue inventado por un anglosajón, Johnny Mitta, en el hotel Chatham, uno de los primeros templos parisinos del cocktail. Le Rose, es su nombre. Es una mezcla de kirsch con vermut seco y brandy de cereza y se convirtió en una de las bebidas más populares de los años 20.

Pero, a excepción de esta receta, los aguardientes y licores alemanes parecían estar eternamente ligados, geográficamente, a las regiones germanoparlantes y vecinas (de Alsacia a Austria) y, gastronómicamente, en un momento casi fijo: el digestivo. Esta imagen anticuada debe ser olvidada. Los aguardientes alemanes son producidos por destiladores líderes. A menudo son herederos de siglos de conocimiento familiar, con fruta de excelente calidad. Sin azúcar ni extractos, ofrecen una experiencia de sabor de primera clase, muy diferente de los licores y cremas francesas. Además, estas casas tradicionales se abren cada vez más a la experimentación. Por ejemplo, colaboran en nuevos productos que se benefician de todo su saber hacer. Así que hay mucho que descubrir.

 

Nuevas creaciones & Tendencias

Poco a poco, los bármanes alemanes de hoy, a diferencia de sus antepasados, sucumben a la seducción. Por ejemplo, Oliver Ebert. Un importante mixólogo, dirige Lost in Grub Street en Berlín. Es un bar de ponches pero también un bar de cócteles preparado con bebidas espirituosas de autor, a menudo nacionales. Por ejemplo, pudimos degustar una mezcla de Riesling, aguardiente de manzana y licores 100% teutónicos de café y estragón.

En el Bar Convent Berlin 2015, esta nueva tendencia estuvo claramente representada. Varias decenas de productos, desde los más tradicionales hasta los más innovadores. Le traemos esta pequeña selección que demuestra la versatilidad de los destiladores alemanes. Esperamos que sus productos inspiren a los bebedores ilustrados mucho más allá de sus fronteras.

 

No conduzca bajo los efectos del alcohol. Consuma con moderación.

 

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