Foto: Bill Murray en Lost in Translation

Víctima de su propio éxito, el whisky en Japón se agotó pero también gana fama. Aquí enunciamos unas de las razones.

 

Una pedazo de historia del whisky japonés en el cine

Cuando Bill Murray aparece en la película «Lost In Translation» degustando whisky Suntory, los productores japoneses de whisky single malt están en el peor momento. No se exporta nada y las ventas reculan. Para los años 2000 el consumo es de 150.000 litros de whisky por año, muy lejos del pico de consumo registrado en 1983. Una botella de Hibiki 17 años costaba 73 euros…

 

Termina el 2020 – Suntory no puede con la demanda

Hacia finales de 2020, la botella de Hibiki 17 ahora cuesta 475 euros en Tokio (si consigues la botella). Los bares especializados se encuentran entonces sin stock desde que Suntory, abrumado por la demanda, suspende la venta de su alcohol estrella para traer mezclas más jóvenes.

 

Las recompensas + Jim Murray

Diez años le sirvieron al whisky japonés para orquestar un début sensacional en la escena mundial. De acuerdo con Liam McNulty, experto basado en Tokio, se debe a las diversas recompensas otorgadas al whisky japonés. Pero también a Jim Murray, el autor de la Biblia del whisky Whisky Bible que dio el título de mejor whisky del año a un single malt de Yamazaki.

 

Se inflan los precios

Y más vale que no… Los precios de esta botella de Yamazaki se inflaron a precios exorbitantes y hoy en día a un precio medio de 6.993 euros. Aficionados de Europa y de Estados Unidos sucumben ante el gusto del whisky japonés.

 

Víctima de su éxito

Los productores de whisky japonés no estaban preparados para este éxito. Se necesitan de 5 a 10 años para para envejecer un whisky premium y a la hora de la verdad, ya no tenían reservas sudicientes. Entonces, comenzaron a invertir en nuevas destilerías para nivelarse.

 

Japanese Whisky: una etiqueta prestigiosa

La etiqueta «Japanese Whisky» ganó su fama bien merecida durante los últimos diez años. Es sin embargo un arma de doble filo. A partir del déficit de producción empresas más pequeñas aprovecharon las reglas un tanto laxistas para «producir» whisky en Japón. Estas sociedades importan whisky a buen precio de Canadá o melazas que reembotellan en Japón antes de enviarlas al extranjero como «Japanese Whisky». Lo habrán adivinado, una práctica que cada vez más actores japoneses denuncian.

Mamoru Tsuchiya, uno de los mejores historiadores del whisky japonés, acaba de proponer al gobierno que establezca normas más estrictas. Estas obligarían a los fabricantes a destilar en Japón o a envejecer sus productos localmente.

 

No conduzca bajo los efectos del alcohol. Consuma con moderación.

 

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