El Príncipe Alberto II de Mónaco fue invitado este miércoles por el Bureau National Interprofessionnel du Cognac (BNIC), en la ciudad de Charente. Patrick Raguenaud, que presidió esta reunión, le entregó el diploma de «Gran embajador» en homenaje a su afecto por la región, el coñac y los vinos.
Aprovechó la ocasión para reafirmar su amor por los espíritus de Charente: «El coñac representa la excelencia, una denominación muy bien gestionada y presentada. Es parte del patrimonio cultural francés».
Durante esta ceremonia, el Príncipe rindió homenaje al saber hacer de los hombres y mujeres que producen coñac, y destacó la importancia de transmitir el patrimonio cultural y la gastronomía viva.
Comenzando con una presentación de los espirituosos de la región, este tour privado terminó con clases magistrales colectivas con los actores del sector en torno a los sabores del terruño, la destilación, la mezcla, el envejecimiento, el arte de la degustación y el maridaje.
No conduzca bajo los efectos del alcohol. Consuma con moderación.